Arquitectos: Antonio Lozoya Rubio Juan Manuel García Pallarés
Fotógrafo: Antonio Lozoya Rubio
Situación: Lorca, Murcia
Fin de obra: 07/08/2019
Fabricante de teja: Tejas Borja
COGNITIS MURUM
El Pósito de Panaderos de Lorca, una institución de servicio público cuya función era almacenar grano para garantizar la siembra en épocas de mala cosecha, fue construido en el siglo XVI, sobre uno de los lienzos de la muralla medieval del siglo XI, de origen andalusí. Ésta fue transformada y ampliada entre los siglos XII y XIII durante la época de los almohades.
Con la conquista de Granada consolidada, la ciudad de Lorca comienza su expansión urbana, lo que lleva a eliminar partes de la muralla, mientras que algunos de sus lienzos y torres son reutilizados o incorporados a nuevas construcciones adosadas a ella. Con el paso del tiempo los restos de este antiguo elemento defensivo irán quedando ocultos en la nueva trama urbana.
La intervención para poner en valor el edificio que albergará salas de exposiciones y un taller formativo, respeta lo existente y trata de recuperar el espacio original. Un proyecto con el que sacar a la luz el tramo de muralla oculta, la cortina 26, situada entre la torre del Reloj (T-22) y la torre Rojano (T-23). Se descubre este elemento y sus diferentes estratos históricos, que junto al resto de fábricas configura un zócalo estereotómico sobre el que se dejan unos lienzos blancos que servirán como soporte expositivo. También se han restaurado las fachadas, consolidando los escudos BIC.
En planta baja se ejecuta una solera ventilada con forjado tipo Caviti que permite eliminar la humedad, presente por el contacto directo del edificio con el terreno. El forjado de planta primera que estaba desplomado, se ha reparado vaciándolo de hormigón y colocando un nuevo enrastrelado con tarima de madera. En planta segunda se ha cambiado la cubierta eliminando un forjado de hormigón, sustituido por una nueva de madera a un agua, reutilizando casi toda la teja existente.
La iluminación se ha descolgado de los techos en carriles suspendidos con focos multidireccionales que dan flexibilidad para destacar los objetos expuestos, y en su parte superior, se han dispuesto tiras de LED continuas que iluminarán los techos de madera.
Con una mirada contemporánea y empleando criterios arqueológicos en vez de estilísticos, se ha tratado de llevar a cabo un ejercicio de “des-restauración” en el que se ha prescindido o eliminado todo material y técnicas que resultasen incompatibles con las fábricas y sistemas constructivos originales, para dar todo el protagonismo a la arquitectura y a los elementos que formaron parte del trazado y de la evolución urbana de Lorca.