Arquitectos: BBarquitectes (Antoni Barceló Baeza y Bàrbara Balanzó Moral)
Fotógrafo: BBarquitectes
Situación: Ctra. de Ribes, Barcelona
Fin de obra: 16/09/19
Fabricante de ladrillo: Cerámica Piera / Klinker Covadonga
VITRALL
Se trata de un proyecto de nueva construcción de dos bloques de 17 y 18 viviendas (FR11 y FR12) con una planta semisótano para aparcamiento y un local comercial que se ubica frente a la ctra. de Ribes. Los bloques constan de planta baja y cuatro plantas superiores.
Ambos edificios se relacionan, en planta baja, por un espacio público, la Plaza Primavera, situada a una cota elevada respecto a la calle. El espacio exterior forma parte del encargo y se urbaniza con los mismos criterios compositivos y formales que el resto de la plaza, de modo que se integra en el entorno y sigue los criterios y accesibilidad establecidos. La planta de aparcamiento de los edificios y el local conforman un zócalo común que se resuelve con muro de hormigón ranurado. El conjunto ha recibido un acabado superficial con pintura anti carbonatación de color marrón oscuro para establecer una relación cromática con el zócalo de los edificios vecinos.
En los dos volúmenes superiores la protagonista es la cerámica, la obra vista. El objetivo era resolver la diversidad de condicionantes compositivos y constructivos con un único material. La pieza base es el ladrillo perforado, con formato 24×11,5×5 cm con acabado manual de color rojizo y colocado a sardinel, con el que se resuelve casi la totalidad de las fachadas. Junto a las aberturas se genera una textura vibrante mediante la colocación de una pieza especial que tiene como base el mismo ladrillo perforado, pero variando una de las dimensiones del molde, 24x17x5cm. Este estriado vertical que va variando de ubicación aporta una percepción de movimiento y dinamismo a la imagen del edificio. Además, según la orientación de las diferentes aberturas y terrazas se introduce la pieza de celosía 24,5×11,5×11,5 cm que además de generar una protección solar, hace que el aparejo base se haga más variable y complejo.
La fachada norte de uno de los edificios da frente a una estación de producción de electricidad, por tanto, se evitan las vistas mediante la colocación del mínimo necesario de aberturas. Para romper con el aspecto monolítico de la fachada, la flexibilidad del sistema de obra vista, nos permite variar radicalmente la composición con la misma pieza de base, pero con una cara esmaltada, en este caso en tonos verdes. Esto da lugar a un “jardín” vertical cerámico compuesto por franjas, que atenúa la presencia del paramento.
Finalmente se obtiene una imagen unitaria, donde mediante la variación de una única pieza se consiguen multiplicidad de situaciones y efectos que otorgan singularidad donde es necesario. Todo esto con un solo sistema constructivo basado en la obra vista, pero con un aparejo algo especial que implica el uso de armadura horizontal, ya que la junta es continua.